Golosinas
Laura Spivak reúne en Golosinas obras de reciente producción que forman parte de un mismo ADN, pero que se expresan en sugestivas y tentadoras materialidades. Ellas pueden estar hechas de algodón, en forma de mullidos almohadones serigrafiados o cálidas serigrafías en papel. Pueden presentar brillantes colores en vitrales traslúcidos -hechos a mano por la artista-, en jarrones, vasijas y hasta enanos de jardín -las Amelias y Emilios- e incluso apaciguarse los tonos en pequeños dibujos al lápiz y enormes pinturas sobre tela. También pueden convertirse esos contrastes en texturas táctiles, plasmadas en libros en braile y técnicas de gofrado, y reaparecer, porqué no, en tejidos de lana, o bien hechos tapices por la artista o en forma de alfombras manufacturadas y de edición limitada.
Esta muestra pretende justamente dar cuenta de la versatilidad material del imaginario de Laura Spivak, que se nutre de personajes tan familiares como difíciles de encasillar. Personajes que pueden ser icónicos pero también los depositarios de una identificación personal por quien los mire. Niños/grandes en medio de una selva o flotando en un limbo de placer y ensoñación, caritas durmientes o desconfiguradas por una perspectiva caleidoscópica, pequeños, medianos, grandes… Luminosos, opacos, blandos, fríos, duros, cálidos. Todos ellos multiplicándose en diferentes soportes y materiales que invitan al visitante a penetrar una especie de bazar árabe colmado de brillo, colores y texturas para sentir y embelezarse.
«Vitrales de eucaliptus, pinturas rosa chicle, serigrafías confitadas, mielcitas de almohadones, tapices de dulce de leche, enanos de jardín bañados en chocolate, dibujos masticables, libros de mazapán, jarrones azucarados…Hace un tiempo alguien dijo que mi obra era una golosina. El dos de diciembre se abre el kiosco en Meta!» Laura Spivak
Muchas de las obras expuestas en Golosinas no han sido exhibidas antes. Otras han formado parte de proyectos en colaboración con tiendas de diseño, editoriales de libros y plataformas de arte virtual u obras site-specific que en esta ocasión se conjugan en un mismo espacio -incluso asomándose a la vereda- y plantean la diversidad como totalidad.
María Bedoian, Buenos Aires, 2016.