Festín
Ramiro Achiary, Marcelo Canevari, Elisa Insua, Martín Kazanietz, Ornella Pocetti, Nana Schlez y Amanda Trejo Viviani.
Curadora: Laura Spivak
Barrakesh
Buenos Aires
2024
Esta exposición reúne obras de Ramiro Achiary, Marcelo Canevari, Elisa Insua, Martín Kazanietz, Ornella Pocetti, Nana Schlez y Amanda Trejo Viviani. Un conjunto de pinturas, un festín de imágenes que dan cuenta de la diversidad de narrativas y visualidades de una generación de artistas en la cual lo digital cobra protagonismo como fuente inagotable de referencias e inspiraciones.
Búsquedas intencionadas, exploraciones aleatorias, algoritmos, fotos que se acumulan en las redes sociales y en las galerías de los celulares. Escenas cotidianas, encuentros con amigos, rarezas y curiosidades, viajes. Todo es factible de ser archivado, visitado y revisitado. Y luego editado, transfigurado, recortado, metamorfoseado, para finalmente llegar a la pintura en formato analógico, matérico, y con renovados sentidos y propósitos.
En sus pinturas, Ramiro ensambla con precisión sus intereses por la cultura japonesa, el manga, los videojuegos y las civilizaciones antiguas. De todos ellos va recogiendo elementos con los cuales da forma a un imaginario propio, donde el azul y el negro encabezan el catálogo de colores. Su punto de partida es el personaje que va a protagonizar la obra, y en torno a él construye un paisaje de texturas y fragmentos de imágenes cuidadosamente seleccionadas.
Marcelo evoca otro tiempo, el de la pintura paciente y detallista. Sus paisajes, rigurosos en cuanto a las especies animales y vegetales que los conforman, son escenario de encuentros, festejos y pequeñas acciones cotidianas en latente y fantasmagórica tensión, debido a enigmáticas apariciones: un esqueleto, un ataúd, un auto volcado, guerreros con arcos y flechas, personas maniatadas, pulpos enjaulados. Y frente al intento de develarlas, cobra fuerza la inquietud que genera la imposibilidad de encontrar respuestas.
Elisa trabaja sobre la relación entre economía, producción, industria y medio ambiente. En sus pinturas indaga sobre la minería, el extractivismo y la formación geológica de los minerales. Reflexiona sobre la industria entendida como progreso y devenida en destrucción. Una industria que derrama riqueza de manera irresponsable agudizando deterioros y desigualdades. Apela a estrategias de la publicidad, combina herramientas de trabajo con fantasías y ornamentos, para dar luz sobre la contradicción y la perversidad.
En sus inicios Martín pintaba esencialmente personajes buscando en ellos representar cierta identidad argentina a través de diferentes elementos y recursos visuales. Motivado por su interés en el deporte, comenzó a retratar el futbol amateur dentro y fuera del campo de juego, destacando y revindicando las dimensiones narrativas y figurativas de la pintura. Dimensiones sobre las cuales sigue trabajando cuando pinta sucesos casuales y cotidianos que rescata de la galería de imágenes de su celular.
En las obras de Ornella se funden lo sensual y lo siniestro, el terror y el erotismo, con una fluidez y naturalidad que las hace aún más inquietantes. Los paisajes, habitados por seres andróginos y femeninos, se inspiran en pinturas clásicas de Europa occidental. Bellos y perturbadores, son el telón de fondo de diferentes escenas protagonizadas por extraños cuerpos sin rostro, desnudos o con trajes ajustados y bucaneras, cubiertos de fluidos indescifrables.
La pandemia impulsó a Nana a sumergirse con más fuerza en el maravilloso mundo de la virtualidad y su ilimitado fluir de imágenes. Sus búsquedas se fueron desplegando en diferentes sentidos, motorizando encuentros inesperados entre objetos, texturas, efectos. Esas mismas búsquedas y las imágenes que le arrojan los algoritmos fueron guiando sus elecciones, siempre orientadas hacia lo bello, lo cursi, el goce y el humor. Y a militar el romanticismo como una forma de resistencia.
El terror es un tema que aparece de manera constante en la obra de Amanda. Comenzó con el gótico, sobre el cual trabajó durante varios años, incluyendo su tesis de grado en la facultad de artes de La Plata. Actualmente, ya con una nutrida caja de herramientas, recursos y exploraciones terroríficas, representa escenas fortuitas, instantáneas de fiestas, encuentros sociales y callejeros envueltos en climas paranoides, extraños, oscuros, incómodos. Tensionados aún más por una actitud pictórica potente y atrevida.
Frente a un mundo en evidente deterioro y una perspectiva de futuro sino oscura, por lo menos incierta, no es casual que bajo diversas formas y narrativas, las obras de Ramiro, Marcelo, Elisa, Martín, Ornella, Nana y Amanda encierren misterios, terrores y el alarmante y persistente presentimiento de que algo nos está acechando. Pero quizás también por esa misma razón, emiten mensajes vitales y militantes, feministas, románticos, comprometidos con el medio ambiente, la belleza y los rituales cotidianos. Y en este devenir de estados, emociones y sentidos, pendulares y ondulantes, transcurre la vida y la pintura.
Laura Spivak, 2023.